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De buena semilla, buena cosecha.

Refrán popular

Etapa 4:  Descubriendo la agricultura ecológica

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Tras la renovadora y relajante parada en el mirador, descendemos nuevamente hasta el bosque y seguimos el camino para adentrarnos en los campos de algarrobos, almendros, higueras y forraje. En esta zona encontraremos el mayor número de ovejas al ser estos los pastos preferidos de estos animales. El guía nos explicará en qué consiste la ganadería ovina, que en este caso no incluye el aprovechamiento de la leche.

 

El agradable camino desciende suavemente hasta llegar a la zona baja y húmeda, donde se existe un pequeño arroyo y una acequia. En este paraje es habitual ver distintos tipos de aves que vienen a alimentarse de insectos.

 

Al margen del mismo entramos en una zona de frutales plantados recientemente, en la que se puede aprender sobre la morfología de muchos tipos de árboles y sus respectivas variantes: naranjo, limonero, manzano, peral, ciruelo, cerezo, melocotonero y albaricoquero. Según la temporada, es posible recoger y degustar algunos frutos. Junto al campo de frutales también se encuentran varios bancales de huerta de verano, con plantas típicas como los tomates, pimientos, calabacines, pimientos del padrón, etc. los cuales pueden ser recogidos y catados si así lo aconseja el guía. La acequia situada al final de este campo es una muestra de la cantidad de agua que confluye en este punto, y tiene un uso principalmente agrícola, aunque ocasionalmente es un lugar apto para el baño.

 

Seguimos por el camino junto al arroyo, escoltados por grandes y altos plataneros, para volver a recorrer un trozo de encinar y salir de nuevo a campos ondulantes. Finalmente, llegamos al punto de partida de la excursión, cerrando así el círculo que hemos dado a la finca de Can Regalat.

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